Calderón de la Huerta

No hay nada más raro en el mundo que una persona a la que siempre podamos tolerar.
La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes.

jueves, 12 de febrero de 2009

¡Qué cruz Señor, qué cruz!


Todos –o casi todos- tenemos una Cruz a cuestas. Pero, ¿nos la buscamos? ¿La merecemos? ¿Nos la adjudican?
Me contaron lo que a continuación relato:
Un hombre se preguntaba mil veces sin respuesta por qué su cruz doblaba sus espaldas.Habló con Dios mirando las estrellas, y sollozando dijo: "Es muy pesada". Sin embargo Dios le hizo ver con toda su paciencia cuánto y por qué, estaba equivocado; y poco a poco empezó a darse cuenta, de que su cruz se tornaba liviana. Vio pasar miseria tan inmensa colgada en los harapos de una anciana. Vio a un joven muriendo de tristeza por una enfermedad que lo acosaba. Una madre con toda su entereza, a su hijito con dolor sepultaba.
Luego miró sus manos... vivas, bellas, sobre ellas una cruz se destacaba.
De pronto dijo Dios: "Di cuánto pesa" y le dijo: "Señor... no pesa nada".
Ante los problemas de la vida, cualquiera que sea tu problema o tu dolor, no debes olvidar mirar a tu alrededor y ver las cosas con que se enfrentan los demás... y en ese momento sentirás que tu cruz no es tan pesada...

No hay comentarios: