Calderón de la Huerta
La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes.
miércoles, 22 de julio de 2009
La ex mujer de un Concejal de Panochilandia
La cortadora de cesped del Concejal de Panochilandia
En el chalet del Concejal de Panochilandia, la cortadora de césped (eléctrica) se estropeó...
La mujer del Concejal, no hacía mas que darle la tabarra, diciéndole que debería arreglarla; él estaba hasta el gorro, por no decir hasta los ‘00’, de la misma cantinela.
El Concejal, siempre estaba haciendo otras cosas más importantes, por ejemplo: lavar el Mercedes, hacer un informe, un whisky con los amigotes... en fin... lo que para él parecía más importante...
Un día, ella, pensó un modo de convencerle muy sutil.
Cuando llegó a casa, se la encontró agachada en el césped crecido, ocupadísima recortándolo con su tijerita de costura...
Eso, al Concejal le llegó al alma... se emocionó...
Decidió entrar en casa y volvió después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes..., se lo entregó y se le ocurrió decirle:
- Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio...
Después de aquello, no se acuerda de nada.... se quedó en blanco...
Los médicos dicen que volverá a caminar, pero que quedará algo cojo el resto de su vida...
Terapia de Grupo en cualquier lugar del planeta
Cuatro pacientes reunidos.
El terapeuta les pide que se presenten, que digan cuál es su actividad y que comenten por qué la tienen.
El primero dice:
- Me llamo Paco, soy político porque quiero hacerme rico.
El segundo dice:
- Me llamo Ángel. Soy ginecólogo porque me gusta trabajar donde otros se divierten.
La tercera dice:
- Me llamo María y soy lesbiana porque me gustan los pechos, los culos y me enloquece tener sexo con mujeres.
El cuarto dice:
- Soy Manolo, hasta hace unos minutos estaba convencido que era albañil, pero acabo de descubrir que soy lesbiana.
sábado, 11 de julio de 2009
Las ampollas del Camino de Santiago
¿A quién se le ocurre ir al camino de Santiago con botas recién estrenadas, calcetas con costuras, y además, jamás haber ido a la oficina andando, estando ubicada a 100 metros de casa?
Pues, querido mío, tan sólo puedo decirte: ¡SUFRE MAMÓN!
Mira que te lo dije; entrena por lo menos un mes antes, vete al malecón a acostumbrar las botas a tus juanetes desorbitados, a oxigenar esos pulmones incrustados de nicotina…
¡Qué cruz señor, señor! Y no me refiero al ‘sobrinísimo’, que por cierto, menudo papelón el del Audi, hasta que apareció RF, y puso las cosas en su sitio.
Que no me llames más, que no quiero saber de tus ampollas, que las ampollas no se curan a distancia, y que lo siento por tu mujer, que te ha dejado a la altura de Portomarín…y que me llama muy ufana por haberse deshecho de ti: estaba hasta el moño de tus lamentos…y ojo: en el Camino de Santiago se liga.
Consejo: descansa en una posada y lee el libro que te regalé: La rumba que llegó del frío.
LAS CIEN DONCELLAS
Cuenta la leyenda que en tiempos del mítico rey Mauregato, los conquistadores sarracenos imponen a los cristianos la obligación de entregarles cada año un tributo de cien doncellas.
Habían en todo esto de Almanzor dar
cien doncellas hermosas que fuesen por casar,
habíanlas por Castiella cada una buscar,
habíanlo de cumplir, pero con gran pesar.
Dice con gracioso anacronismo el Poema de Fernán González.
Este tributo se mantiene hasta el reinado de Ramiro I, quien se niega a que sea satisfecho, lo que desencadena una encarnizada guerra que libra su batalla decisiva en los campos clavijanos. En tal momento y en desventaja las tropas cristianas, aparece el apóstol Santiago sobre su blanco corcel: blande una cegadora espada con la que carga contra la morisma y consigue decantar la suerte del lado de la Cruz. Corre el día 23 del mes de mayo del año 844 del Señor.
Extractos del libro "Curiosidades del Camino de Santiago". Autor.- Juan Ramón Corpas Mauleon. Editorial Edilesa
jueves, 12 de febrero de 2009
¡Qué cruz Señor, qué cruz!
Me contaron lo que a continuación relato:
Un hombre se preguntaba mil veces sin respuesta por qué su cruz doblaba sus espaldas.Habló con Dios mirando las estrellas, y sollozando dijo: "Es muy pesada". Sin embargo Dios le hizo ver con toda su paciencia cuánto y por qué, estaba equivocado; y poco a poco empezó a darse cuenta, de que su cruz se tornaba liviana. Vio pasar miseria tan inmensa colgada en los harapos de una anciana. Vio a un joven muriendo de tristeza por una enfermedad que lo acosaba. Una madre con toda su entereza, a su hijito con dolor sepultaba.
Luego miró sus manos... vivas, bellas, sobre ellas una cruz se destacaba.
De pronto dijo Dios: "Di cuánto pesa" y le dijo: "Señor... no pesa nada".
Ante los problemas de la vida, cualquiera que sea tu problema o tu dolor, no debes olvidar mirar a tu alrededor y ver las cosas con que se enfrentan los demás... y en ese momento sentirás que tu cruz no es tan pesada...
viernes, 16 de enero de 2009
Ahora, ¿adónde emigro?
La miseria, al principio era una endemia, se convirtió en epidemia, y ahora en pandemia. La miseria no conoce fronteras ni distingue países. Ahora toca emigrar de nuevo. Pero, de retorno, de donde un día salieron con mil ilusiones y esperanzas.